El físico Gerardo Herrera forma parte del grupo de científicos del Gran Colisionador de Hadrones del CERN y es profesor del departamento de Física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados de México (CINVESTAV).
Herrera le dijo a BBC Mundo que sus héroes actuales son los Cuatro Fantásticos.
“Después de ser expuestos al efecto de rayos cósmicos, al muy particular efecto de los llamados SEP o Solar Energetic Particles (Partículas Energéticas Solares) -que en realidad existen y son el resultado de las llamadas Coronal Mass Ejections (Eyección de Masa Coronal)-, los personajes sufren una transformación genética que les da superpoderes”.
Sin embargo, recordó que su héroe de la infancia era Superman, a quien ahora ve con ojos científicos.
“Aunque los niños no son muy exigentes en cuanto a lo plausible que puedan ser sus héroes, creo que la historia alrededor del personaje puede ser fascinante si ésta le permite al héroe ser lo que es. Superman es de origen extraterrestre. Al mismo tiempo, es sobreviviente de una catástrofe y huérfano de padre y madre.
Me acuerdo del episodio en el que Superman descubre la manera de viajar en el tiempo y regresa al pasado. Consigue así salvar la vida de Abraham Lincoln. Cuando regresa al presente descubre que los libros de historia siguen diciendo que Abraham Lincoln murió asesinado en el Ford’s Theatre en Washington. No entiende por qué su viaje al pasado no logró cambiar la historia.
Cuando decide viajar al pasado para salvar a sus padres de la catástrofe que destruyó su planeta, Krypton, empieza a sospechar que ha caído en una paradoja y que no puede ser que él exista para viajar al pasado si sus padres no lo envían en una nave a la Tierra. Entonces se da cuenta que en realidad existen universos paralelos. En el universo en el que salva la vida de Lincoln, los libros de historia lo muestran a él evitando el disparo. Sin embargo, en el universo del que él mismo partió, la historia continúa como si nada hubiese ocurrido.
Creo que la idea de universos paralelos se planteó aquí primero y luego apareció como posible manera de entender fenómenos de la mecánica cuántica en 2001 -muchos años más tarde-; el cómic en el que se plantea esta idea debe ser de los años sesenta”, indicó el físico.